Hay esta creencia equivocada de que gatos y perros no se llevan bien. Nada más alejado de la realidad. Lo que pasa realmente es que son mascotas de personalidades muy distintas y por tanto colisionan en su día a día. Pero a la hora de echarse una siesta, especialmente si ambos son criados desde chicos, bien que se podrán acomodar uno al lado del otro. Pasa que el gato es más reposado y tranquilo, serio, mientras que el perro es vivaz y curioso. Así que cuando el gato se aleja, el perro entiende que es una invitación de jugar a las chapadas… y bueno, muchas cosas se van a romper mientras el “juego” ocurre. Claro, esto es una simplificación, porque claro que si hay perros que odian a los gatos y los siguen para hacerles daño… y… bueno, no creo que los gatos le den mayor importancia a un “kisama” como cualquier perro. “With a Dog AND a Cat, Every Day is Fun” es un webcomic de Hidekichi Matsumoto que originalmente vio la luz en redes sociales como Pixiv y Tuiter y poco a poco se hizo más popular hasta dar el salto al papel (6 volúmenes y aun no acaba) y la animación (24 episodios de formato corto) y nos cuenta las peripecias, anécdotas, de la propia Matsumoto en su devenir diario con sus dos mascotas. Osea la versión para toda la familia y «saludable» de Junjii Ito y sus gatos.
Inu-kun (una perrita inocente, joven, algo despistada y muy amistosa) comparte su vida con Neko-sama (un gato reposado, serio, y cascarrabias pero muy en el fondo, muy en el fondo, de buen corazón) en casa de la mangaka Matsumoto. Neko-sama procurará “despreciar” olímpicamente a su dueña y su roommate perruno (algo que los gatos hacen a la perfección) mientras que la exultante Inu-kun no entenderá nada acerca de que no le cae bien al gato. Y aunque Neko-sama tendrá siempre una apariencia displicente con ambas, la verdad es que siempre está atento de lo que ocurre y hasta se animará a participar en algunas actividades junto o la solución de problemas hogareños. Cuando no sea él quien los esté provocando, claro. A veces cruel y agresivo con Inu-kun, quien a veces es exasperante con su actitud (nótese que los nombres de las mascotas son un juego de palabra intraducible al español sin usar “modulación”: serían “Señor Don Gato” y “Perrita” lo más parecido que se puede), Neko-sama es el absoluto dueño de la casa y tiene a humana y perra como sus sirvientes, excepto claro cuando quiere también cariñitos y se resiste a mostrar su lado kawaii. Pero de que los tres se la pasan bien juntos y se hacen compañía, claro que si.
[…] y pienso seguir viéndola a menos que se desinfle como lamentablemente me pasó con el anime de la taruka…