
Yo como siempre viendo animes cuando han dejado de estar en hype. Y es que me siento más cómodo así, no se porque. Lycoris Recoil surge como una obra original nacida del genial equipo de Spider Lily y Asaura, producida por el reputado estudio A‑1 Pictures. Dirigida y escrita por Shingo Adachi (celebrado por su trabajo en Sword Art Online), la serie se emitió en Japón entre el 2 de julio y el 24 de septiembre de 2022, constando de 13 episodios. La animación, los diseños de personajes (a cargo de Imigimuru) y la banda sonora de Shūhei Mutsuki consiguen un equilibrio perfecto entre acción y emotividad, ayudando a convertir a Lycoris Recoil en uno de los títulos más destacados del verano de aquel año. Tras el cierre de la televisión, la franquicia no se quedó en silencio: en febrero de 2023 se anunció un nuevo proyecto como continuación, que se materializó en seis cortometrajes titulados Lycoris Recoil: Friends are thieves of time, transmitidos entre abril y mayo de 2025, enfocados en la vida cotidiana entre escenas de acción. Además, el propio Adachi y fuentes oficiales confirmaron que estos cortos son apenas una pieza de un plan más amplio: se está trabajando en una nueva producción animada —¿una segunda temporada o incluso una película?— para seguir explorando el mundo de las Lycoris. Por si fuera poco, Lycoris Recoil también inspiró una adaptación a manga (serializada desde septiembre de 2022 por Yasunori Bizen) y una novela ligera (Ordinary Days, septiembre 2022), que amplían el universo y confirman el respaldo que ha obtenido la obra. En definitiva, la producción demuestra una ambición sólida: una serie original convertida en franquicia de éxito, con proyectos en marcha que prometen más acción, misterio y carisma femenino.
En Lycoris Recoil, seguimos a Chisato Nishikigi y Takina Inoue, dos jóvenes agentes entrenadas como “Lycoris” —asesinas de élite al servicio de DA (Direct Attack)— quienes, bajo la fachada de una cafetería llamada LycoReco en Tokio, equilibran misiones encubiertas con tareas banales como servir café, cuidar niños o hacer compras. Takina, fría y eficiente, era una promesa dentro de la organización hasta que su insubordinación en una operación la lleva a ser degradada y reasignada al café. Allí conoce a Chisato, su nueva compañera, una prodigio que renunció a matar y prefiere resolver conflictos sin derramar sangre, lo que despierta la intriga (y la incredulidad) de su reservada colega, siendo que Chisato es una especie de «genio natural», legendaria en el rubro, por lo que el que haya decidido dejar de matar es extraño. Esa dicotomía entre rigor táctico y empatía define tanto la estructura de la DA como la dinámica del relato, y convierte la cafetería en un escenario tan vital como los tiroteos. La relación entre ambas evoluciona desde la frialdad profesional hasta una complicidad casi fraternal: Takina comienza a cuestionar su rígido código de asesina, mientras Chisato encuentra en ella alguien con quien compartir su ideal de proteger sin destruir . El suspense surge cuando la paz aparente de Tokio, sostenida por las Lycoris, se ve amenazada nuevamente por remanentes terroristas encabezados por el impredecible Majima —un hilo narrativo que abre la puerta para futuras continuaciones. Pero más allá del conflicto externo, lo que atrapa es el crecimiento personal de dos chicas que, bajo uniforme y armas, descubren que a veces el verdadero poder reside en confiar y salvar, no en matar. Es un encuentro perfecto entre acción y sensibilidad, donde cada disparo resuena con tensión… y cada sonrisa, con esperanza.

[…] fascinantes, podrían desconectar a quienes buscan pura comedia. Eso no pasaba, por ejemplo, en Chi: Chikyū no Undō ni…