Snowpiercer (serie de TV, 2020): chu! chu! bang! bang!

En 2013 vimos una muy buena película coreana, pero filmada en inglés, titulada Seolgugyeolcha y basada en la novela gráfica Le Transperceneige, obra del equipo creativo formado por Jacques Lob, Benjamin Legrand y Jean-Marc Rochette. Y claro, dirigida por Bong Joon Ho, director también de Parásitos, la ganadora del Oscar. Teníamos una correcta película, con una historia distópica y muy interesante. Y pare el 2020 la gente de NETFLIX nos trajeron esa misma historia, pero convertida en una serie de TV, la cual se emitió una vez por semana al mismo ritmo que TNT, quien es quien la ha producido, la va estrenando (osea que nosotros la vemos con una semana de retraso) y que muy recientemente ha estrenado cuarta temporada ya. Pero no es exactamente la misma historia la que tenemos aquí y de hecho la han enriquecido de muchas maneras para que haya mucho más que contar, ya que una serie de TV exige más temas que tratar. Lo cierto aquí es que es una serie impecablemente narrada y con un gran despliegue de presupuesto convirtiendo la que era una historia de supervivencia y de lucha de clases sociales, en un muy efectivo policial sobre rieles, por decirlo de alguna manera. Y es que la serie mantiene los presupuestos originales de la película y la novela gráfica, pero estos agregados buscan darle aire a la historia, pasando de los conflictos sociales entre los ricos y los pobres a bordo del tren, a la trama policial que busca resolver un “imposible” asesinato. Todos estos cambios funcionan, aunque han generado agrias críticas de los fans de la película y la novela gráfica. Por mi lado la serie me ha parecido muy entretenida y efectiva al contar su historia, aunque si tengo claro que tiene un defecto: considerando el tamaño que nos muestran tiene el tren hay algunos de los escenarios que son simplemente imposibles. Como un depósito de cadáveres transversal al tren. Imposible. ¿Es que el tren es más grande de lo que es un tren normal? al principio de la serie no parece serlo cuando es abordado. Y así hay varios puntos en que uno siente que se quiebre la consistencia espacial del tren, pero fuera de eso y considerando que la historia te lleva muy rápido de las narices como para pensar en esto, debo decir que es una serie que vale la pena verla.

La humanidad ha cometido el error final con el planeta, el cual se vuelve ecológicamente hostil para los humanos. Tratando de solucionar el calentamiento global los científicos buscan bajar la temperatura artificialmente pero lo único que consiguen es desatar una violenta edad de hielo, la cual va extinguiendo toda la vida del planeta. El millonario e inventor Wildford construye un tren de 1000 vagones y una línea férrea que recorre todo el mundo para que su tren corra permanentemente en ella. Y le ofrece a los millonarios del mundo subir a él previo un pago enorme de dinero, convirtiendo su invento en una especie de arca de Noé en la que sobrevivirán solo los que puedan comprar un boleto. Al poco tiempo, cuando el Snowpiercer está listo sus exclusivos pasajeros lo abordan, pero en los alrededores de la estación se han agolpado muchos sobrevivientes al cataclismo, quienes rompen la barrera y consiguen subir en el último momento al tren, que se sella y arranca para nunca más detenerse. Seis años después, los polizones viven en la cola del tren, aislados y contenidos; mientras que en la parte delantera está la elite del planeta viviendo como siempre en medio de grandes lujos. Y fuera del tren la temperatura sobrepasa los 100 grados bajo cero y la vida no es posible. Los únicos seres humanos que quedan son los pasajeros del “Rompenieves”. Pero el hacinamiento en la cola y el ser alimentado solo con bloques de proteína en una gelatina de sabor asqueroso, la cual incluye algún tipo de medicina que los hace estériles, ha llevado a la “escoria” a preparar una nueva rebelión que les consiga mejores condiciones de vida. Pero si fracasan pagarán con sus vidas o se les apuntarán un brazo como escarmiento. Pero justo cuando iban a poner en movimiento su plan, uno de sus líderes, el ex detective Andre Layton, es llevado a la parte delantera del tren a pedido del mismísimo señor Wildford quien le solicita hacer algo por él: en la paradisíaca y lujosa parte de adelante ha ocurrido un asesinato, lo cual es imposible considerando las condiciones en las que viven y que de correrse el rumor que hay un asesino entre ellos, desestabilizaría la necesaria tranquilidad que el tren requiere para continuar su viaje. Pero Layton no quiere ayudar y si quiere tiene un precio: mejores condiciones de vida para los de la cola. Lo que él no sabe es que no está tras un simple asesinato, sino tras cosas mucho más horribles, además que el tren en si mismo no es lo que todos piensan de él, sino que su equilibrio es muy precario por lo que los asesinatos y sus motivos, podrían generar un caos interno que acabe con todo.

(Aquí el afiche promocional de la película y la portada de la novela gráfica).