Ha sido una coincidencia curiosa que casi al mismo tiempo que el gobierno de Estados Unidos, por boca de su presidente, anunciará la creación de una Fuerza Espacial (para acompañar, a la marina, ejército y fuerza aérea) al mismo tiempo Netflix estrenaba esta serie que tiene de todo, menos la seriedad que vendría al caso. Porque en contra de lo que “viril” título parece indicar esta es una comedia de muy buena factura que trata, precisamente, de la creación de una Space Force para USA. Y claro… a medio camino entre las bromas y la crítica, presiona algunos granitos como quien señala, lo absurdo que podría ser… al mismo tiempo que lo necesario que se volverá pronto. Sin embargo, esta comedia no sería lo que es sino fuera por su sensacional pareja protagónica: Steve Carell (quien también es uno de los creadores del programa) y John Malkovich. Quien diría que estos dos señores actores, tan disímiles en sus carreras y “estilo” puedan tener una química tan buena y hacer funcionar a sus dos personajes de manera perfecta. Así es. Al margen de la trama y circunstancias de la serie, los contrapuntos que hacen ellos cuando comparten pantalla son una gozada total, pues uno ve que no solo manejan correctamente su actuación en los libretos, sino que físicamente hablando, controlan el espacio que ambos comparten. Ya solo por ver a estos dos juntos, vale la pena echarle una mirada a esta serie.
El general Mark Naird es designado para ser el primer general de la sexta rama de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, la recién creada Space Force. Naird es un buen hombre, piloto de combate, y recibe el pesadísimo encargo del presidente de poner “las botas en la luna” en el 2024. Y Naird, también, no es precisamente la persona adecuada para semejante encargo ya que, valgan verdades, puede que haya sido un notable militar, pero el encarguito le viene grande, ya que no comprende las sutilezas de su labor, o porque no se puede arreglar todo lo malo simplemente bombardeando lo que haya que bombardear. Para ayudarle en su labor hay también una larga lista de inexpertos y novatos en la labor de fundar una entidad como esta, en donde destaca el dr. Adrian Mallory, jefe de ciencias, de la Space Force. Y desde el mismísimo momento en que empiezan a trabajar juntos, es obvió, para ambos, que son como agua y aceite. Pero también se vuelve muy claro, para ambos, que sin la ayuda del otro no van a conseguir sus objetivos.
[…] y pienso seguir viéndola a menos que se desinfle como lamentablemente me pasó con el anime de la taruka…