He estado siguiendo con bastante curiosidad, de la morbosa, este proyecto, cuyo título nos indica se traduce, como “Quiero que pongas cara de asco mientras me enseñas tus calzones”. Y tal como pensé trataba exactamente de eso. Pero antes de hablar de la errr… trama… un poco de info de esta marcianada. Lo que se ha lanzado es una OVA de 24 minutos, que se puso a la venta en el Comiketto 94. Su formato fue en BluRay y venía con una ilustración original del ilustrador 40hara, un librito que incluía materiales de producción como bocetos y storyboards, un manga de 40hara y un póster en tela de tamaño B2, todo esto por la módica suma de 10,000 yenes. Eso al cambio actual son como 65 dólares. Y tras el evento se lo pudo conseguir en las tiendas Tora no Ana, en una primera edición de 7,800 yenes, igual a la de la convención, pero sin el poster. Terminada esta primera tirada, el producto final costará 6,800 yenes ya con solo el disco, pero esto aun sin confirmar, ya que siguen vendiendo la primera tirada. Y aunque no lo crean, y como ya demostré aquí en el blog, esta mongada no es ni tan mongada ni tan rara ni tan restringida… ok, rara si es… puesto que el proyecto en total se compone de un libro de ilustraciones, de fotografías de “chicas reales”, mangas y esta animación. Y si se suma todos los volúmenes editados nos da la friolera de 70.000 copias vendidas. Lo que no es poco considerando lo que es.
Ahora bien… ¿Exactamente de que va la cosa? pues la OVA de marras se divide en seis segmentos o chicas, que de manera POV le hablan a un supuesto “hombre” que empieza siendo de su confianza pero luego les solicita exactamente eso, que le muestren su ropa interior y que pongan cara de asco en el proceso (bueno, de repente no con esas palabras exactas, pero la idea es esa). Hay que aclarar en este punto la idea del POV, es decir que nunca lo vemos a él (pues se supone que el “espectador” es “él”) y durante todo el proceso vemos las reacciones de las chicas, quienes ante la insistencia terminan por aceptar mostrar los calzones. Y así se acaba la cosa. Por que cada uno de los seis “episodios” dura alrededor de cinco minutos, y como ya dije, terminada la exhibición ahí no va más, nada de toqueteos, ni acercamientos ni siquiera insinuaciones… hombre, de hecho ni siquiera se llega a ver cuando la chica se vuelve a subir el pantalón o bajarse la falda. Fetichismo extremo, que le dicen (y me imagino que altamente censurable por las ideas actuales relacionadas a la cosificación de la mujer, que no vienen al caso discutir en este blog, porque… es demasiado denso para este perro negro frivolón).
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