Viendo las imágenes promocionales de esta historia, pensé que se trataría de solo otra comedia tonta más , basada en lo ridículo que puede hacerse que un animal haga cosas de humanos. Me equivoqué. Y tan me equivoqué que quiero decir que esta historia es un seinen en toda regla y su trama tiene de todo menos de cómica. No me sorprende descubrir que el manga en el cual se basa, dibujado por la autora Paru Itagaki, ha ganado varios premios. Y es que plantea muchos temas y problemas acerca de la vida en “zoociedad”, en este caso en una escuela preparatoria, de una manera directa y descarnada, para luego matizarlo con las peculiaridades de su trama y luego echar todo a rodar. La comparación con Zootopia no es a la ligera pues su planteamiento es exactamente igual: una sociedad utópica en que los animales están antropomorfizados y no existen los humanos. Una sociedad organizada en torno a las características animales pero que también es profundamente humana, con todo lo malo que eso significa. Y en la que hay un tabú principal, una regla irrompible, la fuente de todos los males: los carnívoros no comen herbívoros. Y ahí se acaba la comparación Zootopia, (aunque quizás no tanto si consideramos esta escena cortada del metraje final estrenado) porque lo que sigue es puro y duro. A diferencia de Zootopia, la decisión de no comerse los unos a los otros no se basa en un dispositivo que restringe a los carnívoros, sino en la pura voluntad. Lo que ha originado una sociedad en la que la tolerancia es crucial, pero también crítica. Los herbívoros no confían en los carnívoros y estos están molestos por la constante falta de confianza y los prejuicios. Y los crímenes que incluyen el asesinato y consumo como alimento son considerados los peores. En esta sociedad, por ejemplo, pueden expulsarte de tu escuela si eres un carnívoro y muestras abiertamente un rasgo de violencia o descontrol. O los colmillos, por último. Y en medio de eso, cada especie tiene sus propios problemas relacionados a su condición animal… y si además eres un lobo con “piel de cordero” las cosas van a ser el doble de difíciles para ti. Coproducción del Estudio Orange y Netflix (vemos aquí nuevamente el motor gráfico digital que ya hemos visto en Baki y Kengan Ashura) estamos a la espera del estreno de su tercera temporada, anunciado hace rato pero que no termina de llegar.
Legosi es un enorme lobo gris, de imponente y atemorizante figura, que no tiene nada que ver con su interior. De hecho es un lobo tranquilo, que prefiere estar solo y que está acostumbrado a ser temido y odiado sin haber hecho nada por merecerlo… excepto haber nacido lobo. Él pertenece al club de teatro de la Academia Cherryton, pero no como actor sino como parte del staff, lo cual le gusta porque le permite ver los ensayos y las puestas en escena, una y otra vez. Ver el mundo desde su rincón como luminista y no tener que involucrarse con nadie o con nada. Que lo dejen solo, eso le gusta. Haru, por su parte, es una “coneja de la especie enana” a quien sus impulsos sexuales, propios de su especie, la han llevado a meterse en más de un problema. Otro conejo tuvo un amorío de un rato con ella y ahora la novia de ese conejo ha esparcido el chisme que Haru es promiscua y poco confiable, haciendo que la escuela la rechace y la aísle. Para Haru este ímpetu sexual es solo una forma de reafirmarse, de sentirse viva, pero también sabe que la hace vulnerable. Ahora estas dos “personas”, marginadas y solitarias, verán sus mundos colisionar cuando Tem la alpaca, miembro destacado del club de teatro sea asesinado y devorado por un carnívoro, elevando la tensión en la escuela al máximo, tanto que hasta el pobre Legosi resulta sospechoso, por su forma callada de ser. Pero sin que nadie sepa que en realidad Tem la alpaca era uno de sus mejores amigos. Muy a su pesar Legosi se verá envuelto en la investigación del asesinato, a la par que tras descubrir que Haru excita sus más profundos instintos carnívoros, aparte de desear devorarla, empieza a tener confusos sentimientos hacia ella. Y todo este rollo… es solo el comienzo de esta historia.
[…] y como prometí, primero vimos el mediometraje y ahora hablemos del manga que le dio origen, que en este…