Para decirlo en corto una «heroina perdedora» es… mejor usemos un ejemplo: una chica que sacrifica su propia felicidad en favor de la persona a la que ama, que probablemente ama a otra persona. Seguro conocen a una de esas chicas que gustándole un chico, lo ayuda a estar con la chica que le gusta a él, y en algunos casos para ayudar a una chica de su agrado a estar con él. En suma una persona que se autosacrifica pero que ese autosacrificio le hace perder algo preciado. Tal es la premisa básica de Make Heroine ga Ōsugiru! (Demasiadas heroínas perdedoras), también conocida como Makeine y en inglés como Makeine: Too Many Losing Heroines!, que como ya es casi menester es una saga de novelas ligeras escritas por Takibi Amamori e ilustradas por Imigimuru, con ocho tomos en su haber, que luego se volvería un manga y ahora se convirtió en un anime es de lo más agradable que ha tenido la temporada que terminó. Ya saben, las novelas ligeras son literatura simple y con el fin de entretener. Algo así como cuentos de hadas para personas adultas. Tan es así que vienen ilustradas con imágenes estilo manga. Para el caso del anime este se basa en la novela ligera pero tiene un final propio y bajo la idea de que no parece que vayan a hacer más animación, este final resulta no canónico ya que se aleja del punto hasta donde llegó la adaptación. Tenemos aquí una «saludable» historia de desamores colegiales, protagonizada por una lista larga de jovencitas que van de lo moe a lo kawaii, a los inicios de lo que se convertirá algún día en sensualidad. Yo que soy fan de las historias colegiales, pero más orientadas a la comedia, he disfrutado bastante de esta historia claramente tirada a lo romántico y con un fan service correctamente suministrado. Véanlo, quizás les haga recordar algún pasaje lejano de la adolescencia.
Kazuhiko Nukumizu es un chico callado en la escuela y lo es por simple elección propia. Es un optimista solitario que evalúa con mucha habilidad lo que ocurre a su alrededor. Por casualidad, es testigo del rechazo de Anna Yanami, una de las chicas populares de su clase, por parte de su amigo de la infancia o más específicamente termina entendiendo que Anna acaba de sacrificar lo que siente para que su «amigo de la infancia» sea feliz con otra chica, a la cual convence para acercarse a él. Este evento (y él que Anna se auto invitara a comer juntos por lo que termina debiéndole una cantidad de dinero a Kazuhiko que planea «devolver» cocinando loncheras para él) les lleva a estrechar lazos de maneras muy curiosas. O más básicamente: sin que lo desee para nada, Kazuhiko termina siendo el paño de lágrimas de Anna, quien le cuenta de todo acerca de su vida y sentimientos durante la hora de almuerzo (para después de que juntos valoricen la lonchera que trajo Anna para él, y él descuente eso de su deuda). Este suceso desencadena una serie de encuentros entre Kazuhiko y otras chicas de la escuela, más específicamente del Club de Literatura, que también han sido rechazadas al igual que Anna, o que están en proceso de serlo o son completamente incapaces de expresar sus sentimientos (full friendzone es este anime). Dramas en los que por azares del destino Kazuhiko termina involucrado.
Uhm.... es que Pedro Páramo, al margen del resultado del live action o de la obra, es literatura latinoamericana que…