La fascinación por los monstruos clásicos europeos (ya saben, vampiros, hombres lobos, Frankestein, etc), con historias ambientadas en las ciudades de la Belle Époque europea a finales del siglo XIX no le es ajena a los japoneses. De hecho, al ser tan diametralmente opuestas a sus propias leyendas, mucho más animistas, los japoneses las prefieren porque son también mucho más «sofisticadas». Todo esto ha hecho que esta especie de sub género del terror y del misterio siempre esté presente en Japón (en donde además hace buenas migas con todo lo relacionado al look de «mucama francesa» que los japoneses adoran). Tal es el caso de «La Farsa de la chica no-muerta asesinada» (si, los japoneses nunca dejarán de titular de las maneras más incomprensibles sus cosas) saga de novelas de Yugo Aosaki que empezaron a publicarse en 2015, con cuatro tomos publicados, y a la que siguió una adaptación en manga y de la cual sale este anime. Y por si no fuera poco el tener como actores invitados a los monstruos clásicos, resulta que también tendremos a nombres como Arsene Lupin, Sherlock Holmes y el doctor James Moriarty participando activamente de la historia en un curioso sancochado que mezcla tradiciones y leyendas japonesas muy especificas con sus equivalentes europeos. ¿Pero qué tipo de serie es esta? pues resulta que estamos ante un policial negro y de misterios, y procedimiento detectivesco. Protagonizado por un grupo de tres japoneses, dos de los cuales son seres sobrenaturales. Y resulta que la historia es muy interesante y los casos muy bien planteados por lo que siempre te quedarás con ganas de un poco más de las aventuras de esos tres.
Ambientada en una línea temporal alternativa donde criaturas sobrenaturales como vampiros y «oni» existen en el mismo mundo que los humanos, las cosas para estos seres sobrenaturales no son precisamente buenas ya que los humanos no les temen lo que quizás deberían temerles y más bien buscan exterminarlos. Tal es el caso de Tsugaru Shinuchi, un medio oni de personalidad bobalicona y andar desgarbado, el cual dedica sus días a las luchas clandestinas usando su fuerza sobre natural, y ya le basta para tener algo que comer y donde dormir. Tsugaru es en realidad un experimento planificado para crear un «oni slayer», un asesino de onis («demonios» japoneses, aunque eso es reducirlo un montón) que consiguió escapar de donde fue creado y ahora busca una manera de extender su vida ya que lo que le hicieron lo está consumiendo hasta matarlo. Pero un día es contratado por una misteriosa mujer llamada Aya Rindo, la cual desea que él sea su guardaespaldas y su guerrero personal. De hecho quiere que la ayude en una búsqueda muy particular… guardaespaldas si es que Aya tuviera una espalda que ser protegida, ya que en la actualidad es solo una cabeza en una jaula para pájaros, la cual es transportada por su leal y letal sirviente Shizuku Hasei. De mente afilada y perspicaz y con una gran capacidad de observación y deducción, Aya se encuentra en un grave problema: le han robado su cuerpo inmortal. Y parece ser que para estos dos sus motivaciones principales son diferentes pero concurrentes: Tsugaru desea seguir viviendo y Aya podría ayudarlo con eso si tuviera su cuerpo y Tsugaru es capaz de matar a Aya, algo que ella desea pero no se puede llevar a cabo porque no hay un cuerpo que matar. Peor aun: ambos descubren que tras sus desgracias personales está el mismo sujeto, un humano extranjero que tiene un bastón con un pomo de plata labrada con una «M». Con eso en mente dejan Japón juntos y enrumban a Europa buscando a esta persona, que debe tener el cuerpo de Aya, que al recuperarlo podrá ayudar a Tsugaru y él podrá luego poner fin a la vida de Aya. Mientras intentan localizar el cuerpo perdido de Aya el trío se enfrenta a misterios sobrenaturales en toda Europa con Tsugaru asumiendo el personaje de «El usuario de la jaula» por la jaula que lleva con la cabeza de Aya dentro. Pero «M» no es cualquier persona y no se está quieto ni escondido, tiene su propia agenda y secuaces, por lo que sabe que lo están buscando y puede ser que sea exactamente eso lo que él quería.
Uhm.... es que Pedro Páramo, al margen del resultado del live action o de la obra, es literatura latinoamericana que…