«Guía Básica para no Meter la Pata con el Ahegao, Torogao y Gesugao» (si no sabes que son, entonces deberías darle una leída a esto)

Hablando un poco en serio de este curioso tema empezaremos por decir que los japoneses, o más específicamente el idioma japonés, es capaz de albergar «palabras» únicas y específicas para montones de cosas, que por ejemplo en español no tienen equivalencias y si se describen se haría con un par de frases o una oración. Puede que hasta un párrafo. Y esto es porque el idioma japonés escrito es ideográfico: un signo que recuerda a un concepto que puede ser muy simple o muy complejo, pero, como dijimos, solo necesita un signo. A ese signo se le asigna un «sonido» único y ya está: tienes un kanji que se lee de una manera (por convención lingüística) pero significa una cosa complicada y extensa de explicar. Tal es el caso de estas tres expresiones faciales típicas del mundo del anime y el manga (especialmente del manga) y que, si, tienen nombre propio y utilizaciones muy específicas. Ahora porque alguien andaría por ahí, en la calle, una persona con una polera completamente cubierta de estampados de estos rostros con estos gestos… pues ni idea, esto es un blog, no un sanatorio mental. Expliquemos cada uno:

Ahegao:

“Cara jadeante”. En esta expresión vemos los ojos del personaje (casi siempre una chica) con los ojos hacia atrás y con su lengua colgando total o parcialmente. Puede que el personaje también denote cierta alegría o satisfacción o, visualmente, diríamos que está sonriendo. Como a primera vista queda claro, esta expresión es muy común en el mundo del anime y manga hentai, e incluso en la pornografía japonesa (y más recientemente en el mundo del ero-cosplay), por lo que casi siempre la encontramos en un contexto sexual. Se la entiende, o utiliza, como recibir placer de una manera algo vergonzosa o extrema y perder el control ante ello (de parte de quien hace la expresión, obviamente).

Torogao:

“Cara caliente”. Aunque esta expresión facial también puede estar cargada por un contexto sexual, este es convenientemente más leve. Figurativamente podríamos decir que en este caso el personaje está derritiéndose por el placer. La presencia de la sonrisa e incluso de saliva es bastante común, también. Así que si no se encuentra en un contexto sexual, podríamos decir que aparece en situaciones de placer tales como degustar tu comida favorita o anticipar una acción que podría producirte mucho placer (probar tu comida favorita o tal vez un dulce muy deseado, entrar a un baño relajante e incluso ver a la persona que te gusta). A veces se la puede usar en un contexto cómico.

Gesugao:

“Cara sórdida”. Aquí la cosa si cambia y se pone peluda: una gesugao es cualquier cara que se ha deformado de tal manera que demuestra claramente la “maldad” del personaje (incluso a nivel de la locura). Es decir que expresa maldad, aun cuando si su personaje no se vea malvado cuando no hace esta cara (por extensión se puede ser malvado sin hacer esta cara, como hacer esta cara si no pareces malo todo el tiempo). Esta expresión no es habitual en contextos sexuales o de placer extremo, obviamente, pero si de situaciones más “limpias” como de un personaje destapando su verdadera forma de ser o disfrutando de las consecuencias de sus acciones malvadas.

Como comentario final habría que decir que en el caso del ahegao, este “recurso visual” es principalmente usado en mujeres, mientras que en los otros dos esto no es tan claro ni importante. Y que en contra de lo que muchos parecen creer (y algunas tratar de demostrar) estas expresiones faciales llevadas a la vida real no son precisamente agradables, sexys, adecuadas o como queramos etiquetarlas. Osea que el resultado de tratar de hacerlas suele ser hasta las patas. Bastante ridículo diría yo, ya que lo que el mangaka plantea con una sobrecarga de expresividad, valida en su medio, difícilmente un ser humano puede llegar a equipararlo. Vamos, que se ve extremadamente artificial y falso, antes que cumplir su «función» expresiva. Y para cerrar, conozcamos al vuelo algunas otras expresiones faciales que no son tan recurridas pero si alcanzamos a reconocer (como dije, en japonés todo tiene un «nombre»).

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