Muchas veces se ha contado la historia de la industria del manga y el anime, dentro del manga y el anime. Convirtiéndose a si mismos en protagonistas de sus propias historias. Y de eso también va en esta serie llamada “Secreto”, aunque esta vez tendremos algunos matices de corte dramático en la historia de un padre y su hija, a la que ama más que a nada en el mundo, tanto así que prefiere mentirle a reconocer que hace para subsistir. Este manga, que es considerado shonen es escrito e ilustrado por Kōji Kumeta y fue recopilado en 11 volúmenes. La historia en si es lo suficientemente entretenida para avanzar con ella, aunque de original no tiene mucho: tenemos personajes muy arquetípicos actuando dentro de dichos parámetros y se salva de ser aburrida solo por los pelos, y una animación con detalles simpáticos, como si fueran screen-tones de manga. Y claro, el planteamiento de inicio también es interesante, contándonos la historia mirando desde lo que suponemos es su clímax, hacia atrás, al largo camino que llevó a este punto, dejándonos la inquietud de como pudo haber terminado así.
Kakushi Goto es un mangaka veterano, que sin volverse muy famoso es por lo meno constante la publicación de sus trabajos, los cuales son básicamente mangas shounen de combate con bastantes “shimonetas” (bromas de doble sentido o con referencias sexuales). Kakushi está orgulloso de su trabajo y es medio friki, como cualquier mangaka que se precie de serlo, por lo cual es un tanto difícil de entender como consiguió enamorar a una chica, casarse y tener una hija con ella. Lamentablemente su esposa fallece y él queda a cargo de la pequeña Hime (su nombre puede traducirse como «princesa»), a quien desde ese momento le dedica su vida por completo. Y una de las cosas que decide para ser un buen padre, es organizar su vida para que su hija nunca sepa que es mangaka, y, peor aun, que sus mangas son “vulgares”. De ahí en adelante, Kakushi hará todo lo que pueda en ese sentido para hacerle creer a la pequeña Hime que él es en realidad un oficinista promedio, con un sueldo promedio y con una vida decente. Lo cual es un problema porque tampoco es como que Kakushi sea tan desconocido. Tiene sus fans, a veces tiene que firmar autógrafos y Hime es una niña muy curiosa e inquisitiva, que entre más crece más atenta se vuelve y también más despierta. Así que aun cuando cuenta con la ayuda de mucha gente a su alrededor para cuidar de su secreto, Kakushi también vive permanentemente al borde de que su mentira se desmorone y su hija se entere de su verdadero oficio.
[…] ¿Y esto a que viene? pues es simple, como ya habíamos comentado, se ha lanzado el live-action de Sono…