Kimitachi wa Do Ikiru ka (película, 2023): cuándo piensas en volver

Que duda cabe el que el nombre de Hayao Miyazaki es uno de mucho peso en la industria animada japonesa. Falsa modestia. Es EL nombre con más peso. Ya sea por su premio Oscar o por ser la cara más visible del mítico Studio Ghibli. Sin embargo Miyazaki es solo una persona como cualquier otra y como tal tiene «sus cosas». Hombre, que es un viejito cascarrabias y que habla sin filtros. Y estas dos características parecen ser muy propias de ser un genio. Toda esta intro viene a cuento, dejando en claro que yo amo el cine de Miyazaki, debido a que como director Miyazaki ya se ha retirado más de una vez… y vuelto a las andadas cuando se aburrió de estar en casa. Si hasta le construyeron el Museo Ghibli para que se vaya a estar ahí en paz y deje al estudio trabajar tranquilos. Pero no funcionó. Regresó apenas pudo. Muchas son las anécdotas de este «hombre que no podía irse» a través de los años y también relacionadas al puño de hierro con que dirige los destinos del estudio, del que ha dicho más de una vez que prefiere verlo cerrado que haciendo cosas de «mala calidad». Y cuando él dice mala calidad se refiere a todo el anime que hay a su alrededor. Así es Miyazaki, un semidios contra el cual no tiene sentido oponerse. Ahora bien, retrocedamos un poco para entrar en tema: Miyazaki andaba en uno de sus retiros pero cargoseando por volver y como suele ser se salió con la suya, y el productor general de Studio Ghibli, Toshio Suzuki, se rindió con facilidad parta que haga una película más pero puso una condición: Hayao debería hacer una película cargada de si mismo. De sus pensamientos, creencias, sueños, deseos. Y la campaña de marketing de la película sería tan cerrada que solo incluiría un teaser poster. Nada de entrevistas, trailers, avances, diseños de pre producción. NADA. En Japón cuando fueron a ver la película, nadie tenía claro de que trataba la cosa, solo que era la siguiente película del genio Hayao Miyazaki. Y aun así la película fue un taquillazo. Hay que admitir que no es una obra maestra ni la mejor de la filmografía de Miyazaki, pero es una película correcta que está llena hasta el tope de lo prometido: es Hayao Miyazaki sin ninguna duda. En lo formal y en lo subjetivo. Luego la película empezaría su periplo por el resto del planeta (en donde si se presentó un trailer promocional) y empezó a captar la atención de la crítica y el gran público originando un recepción mixta pero mayormente positiva en todos lados… y empezó a ganar premios importantes… y fue nominada al premio Oscar, siendo que en este momento Hayao Miyazaki está a un pelo de alzar una segunda estatuilla lo cual sería histórico a muchos niveles. Lo cual es un decir, que él no fue a recoger el primero por Sen to Chihiro, lo más probable es que tampoco vaya por éste.

Para hablar de esta película hay que decir que se basa en un libro. Bueno, no. No se basa en un libro, se basa en el título de un libro de Genzaburo Yoshino, título que puede traducirse en «¿Cómo vives?» y data de 1937 y que es un libro que la mamá de Miyazaki le regala cuando éste tenía seis años. Y que lo impacto suficiente como para realizar esta película a su sombra. Porque la película trata de una cosa y el libro de otra y su único punto de contacto es que el protagonista de la película tiene ese mismo libro, que su madre le regala. En la película conocemos a Mahito Maki, un niño de 12 años que en el año de 1943 pierde a su madre durante un ataque a su pueblo, un bombardeo, durante la Guerra del Pacífico. Su madre, Hisako, muere durante un incendio originado por el bombardeoo y la vida de Mahito cambia para siempre. Un tiempo después Mahito junto a su padre se mudan al campo, en donde él ha fundado una lucrativa fábrica de pertrechos militares. Pero eso no es todo, su padre se vuelve a casar con la hermana menor de su difunta esposa, Natsuko, que además está embarazada. Si, con la tía de Mahito. Estoico y silencioso como se ha vuelto, el niño no tiene nada que decir al respecto y solo se limita a cumplir con sus labores y hacer lo que se espere de él, en la gran casa de campo en donde ahora vive junto a su padre, su tía ahora su mamá y un grupo de ancianas solteronas. Pero la procesión va por dentro y Mahito está lejos de estar en paz consigo mismo o con el mundo, especialmente con este nuevo mundo al que ha ido a vivir y en el que no encaja. Y los problemas recién comienzan cuando Mahito se da cuenta de la presencia en los alrededores de su casa de una enorme garza real, que está muy interesada en él y no deja de seguirlo a todas partes y tenerlo vigilado. Una garza real de una actitud extraña y más extraño aun, capaz de decir palabras. Harto de todo lo que pasa a su alrededor Mahito decide tomar acción y empezar por deshacerse de la garza, sin comprender que esa decisión es el primer pasó para la aventura más fantástica de su vida que incluso podría permitirle ver a su madre con viva una última vez.

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