Ladrón de tiempo (Mundodisco #26): el punto final de todos los «tic-tac» (y una breve intro acerca de Mundodisco)

Ahora que he podido poner en orden mis libros y sufrir al ver que se me han perdido importantes volúmenes en mi vida (que asumo que están todos juntos en una misma caja), y aprovechando que se celebran los 40 años de Mundodisco, vamos a ir revisando los libros del genial Terry Pratchett. Son 41 libros más una biografía autorizada lo que es mi posesión más preciada sin duda. Resulta que desde hace algunos años me volví fan a muerte de Terry Pratchett ¿quién? un escritor inglés, inmediatamente por debajo de la Rowling y su Harry Potter en cuánto a fama y libros vendidos, con el dudoso honor (que el mismo comenta) de ser el escritor más robado de diferentes librerías de su país. Que alguna vez trabajó en una planta nuclear y abandonó ese trabajo para escribir libros de fantasía porque si escribía lo que vio en la planta nuclear nadie le iba a creer. Y aunque la crítica lo apanó cuando el primer libro de Discworld (Mundodisco) salió a la luz, 36 libros después han tenido que meterse las crítica donde no les cae el sol porque Terry es idolatrado por los lectores de su país. ¿Y al final que es lo importante, qué le gustes a cuatro tíos que huelen a guardado o a todo un país (yo diría planeta) que se arrastra de risa con tus libros?… ¿es que no lo mencioné? los libros de Terry Pratchett son parodias de historias como El Señor de los Anillos, con un humor ágil, inteligente, ácido y muy mordaz… pero sobretodo lúcido, muy lúcido y lleno de referencias cruzadas al cine, los cómics, las series de TV, la música y en especial a los grandes clásicos de la literatura. Leer sus libros tiene dos efectos colaterales: adicción, porque quieres leer uno tras otro, y locura, porque la gente va a mirarte como si estuvieras loco cuando te vea arrastrarte de risa en el transporte público mientras matas el tiempo con algún libro de Pratchett.

El Mundodisco es sencillo de explicar: es un mundo plano sobre cuatro elefantes parados sobre una tortuga galáctica que surca el espacio. Según el propio Terry existe en el borde de la probabilidad y la realidad para que se pueda equilibrar la existencia de aburridos mundos como el nuestro. El Mundodisco es además eminentemente mágico y como tal lleno de seres extraños, magos, brujas, trolls, duendes, enanos, héroes… en una suerte de medioevo muy industrializado, en el marco de la inolvidable ciudad de Ankh-Morpork. Si vas y la hueles, nunca la olvidas. Ciudad por la que pasa el río del mismo nombre, aunque según relatan los cronistas del Mundodisco llamar “río” al Ankh es pecar de exagerado. El único rió al que si te botan puedes sentarte en él a esperar que se vaya quien te botó para luego salir caminando. En ese peculiar marco es donde ocurren todas las aventuras disparatadas, pero a la vez muy profundas, que sólo Pratchett puede hilvanar siempre haciéndote reir, siempre haciéndote disfrutar, pero con su pequeña cosita para que tengas en que pensar luego. Las novelas del Mundodisco están basadas en cuatro temas y personajes básicos (La Muerte y su nieta Susan, el cabo Zanahoria y la Guardia de la Ciudad, Rincenwind y los Magos de la Universidad Invisible, y Yaya Ceravieja y las brujas de Lancre), más algunas novelas independientes que completan la idea general.

Bueno, empecemos este re-take de los libros, de los cuales ya escribí en su momento en las versiones desaparecidas del blog, por uno de mis favoritos «Thief of Time». Aquí tenemos a Susan Sto Helit, nieta de la Muerte (que en Mundodisco es la representación antropomórfica masculina de un imperativo vital) quien convertida en maestra de escuela, debe abandonar sus deberes porque su abuelo le informa que el próximo miércoles como a la 1 de la tarde el mundo se va a acabar. Ante esto, ella que es “principalmente humana” y tiene la habilidad heredada de su abuelo de vivir fuera del tiempo debe tratar de averiguar qué va a pasar y porque Muerte, el Segador Adusto, no puede hacer nada para evitarlo. Lejos de allí, en un alejado valle en unas montañas una secta llamada Los Monjes de la Historia, cuyo principal papel es mantener el tiempo fluyendo y la historia en orden, han detectado una anomalía muy peligrosa: alguien está volviendo a crear un Reloj de Vidrio, un reloj que mide el tiempo de todo el universo al ritmo del propio universo, y que por eso puede atraparlo dentro de él. Para tratar de evitarlo envían a Lu-Tze, “barrendero” del templo, junto a su nuevo discípulo (”Tu no me dices maestro, y yo no te digo con el nombre de ningún insecto” le dice Lu-Tze) a buscar al insensato que construye el reloj, antes que la vida de todo el Mundodisco en particular (y del universo en general) se convierta en un bonito muestrario estático de formas de vida. Muy ordenado eso si. Mientras tanto, Muerte sólo puede hacer lo que se supone que hace cuando el fin del mundo llega: cabalgar con los otros Jinetes del Apocalipsis (Guerra, Peste y Hambre), aunque esta vez Muerte está pensando en buscar al “Quinto Jinete” para la cabalgata, el que dejó el grupo por diferencias creativas justo antes de que se volvieran famosos.

Ladrón de Tiempo
Título original
: Thief of Time
Año de publicación: 2007

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