Modaete yo, Adam-kun (Serie de TV +18, 2023): la dulce agonía de Adam

La verdad es que me he puesto a ver otro de esos minis hentais solo por la trama. En serio. Y es que la trama de esta serie ha sido usada muchas veces por la ciencia ficción y la siguen usando. Y no solo en el anime, sino en el cómic y los libros. El problema de siempre: por una razón X la humanidad pierde la capacidad de reproducirse (algunas veces es extremo, uno de los géneros simplemente muere) y comienza el drama, porque ante la falta… un momento… ¿mencioné que por lo general el género que sufre el desperfecto es el masculino? si, por lo general, y hasta donde he podido leer historias como estas, siempre son los hombres los que «tienen la culpa» o «pagan el pato». Y este hentai no es la excepción. Basado en el manga de Toyo y con ocho episodios de duración corta, esta historia es todo lo explícita que se podría esperar y salvo las indicaciones iniciales para que corra la «trama», no hay mucho que agregar de ella, salvo que es una oda al «egoísmo femenino»…. ya les explico por que.

Debido a una pandemia global la humanidad enfrenta un problema: todos los hombres del planeta sufren de disfunción eréctil, por lo que el sexo ha dejado de formar parte de las actividades humanas. Bueno, al menos el sexo que requería una erección (y eso es básicamente todo lo que nos explica esta serie acerca de la situación). Eso ha pasado hace poco por lo que la humanidad recién se está adaptando al tema. Curiosamente, sin impulsos sexuales de por medio la sociedad humana se ha vuelto muy pacífica y de hecho las mujeres comparten baño y cambiadores con los hombres, por que ya no corren peligro de ser atacadas (sueño húmedo feminista, diría yo). Sin embargo las mujeres adultas si que recuerda como era el «temita» y lo extrañan, mientras que las mujeres jóvenes y «en edad de merecer» como se solía decir… pues ni idea de que iba la cosa. En medio de este…. «idílico paraiso aliade» nuestra historia comienza cuando Itsuki Sonomiya, se transfiere a un nuevo colegio, uno compuesto por un 90% de chicas, con el fin de proteger su secreto: él es el único entre cuatro mil millones de Evas que aun puede tener una erección decente. Secreto que aunque parece una bendición también tiene su lado malo… Allí conoce a una estudiante de último año alegre y amigable, una maestra sexualmente frustrada, un «príncipe» de la escuela poco convencional y una heredera de una familia adinerada. Para Itsuki, que puede elegir a cualquier mujer del mundo, la pregunta sigue siendo: ¿a cuál elegirá? o peor aun ¿debería elegir o lo mejor sería no hacer nada antes que se lo lleven para investigarlo?. Y aquí viene lo del «egoismo femenino» estas cuatro chicas descubrirán el secreto de Itsuki y querrán ocultarlo a las demás para darle «todo el uso posible a la herramienta» (a falta de un eufemismo más discreto) tanto es así que una vez que descubren que Itsuki le ha agarrado la viadita a la situación con las cuatro, deciden compartirlo y con nadie más para poder tenerlo a su disposición (literalmente). Aunque… no, en el fondo no… las cuatro tienen muy claro que lo quieren para ellas solas y la mayor de las veces posibles.

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