Hay cierta cosa tétrica en esto de los isekai, cierto requisito que todos sus protagonistas pagan por la oportunidad de acceder a esta nueva vida, llena de oportunidades, mujeres y poder y por supuesto miles de veces mejor que la anterior: es que te tienes que morir bien muerto. No me viene a la memoria con facilidad un isekai en el que el protagonista no haya muerto. Bueno de hecho, si hago un esfuerzo empiezo a recordar algunos pocos nombres, pero si me queda claro que los más populares, lo que más gente ve y comenta, cumplen con el requisito de que el protagonista simplemente se muere. Ya sea de manera accidental, violenta o simplemente tonta, el tipo se muere… aquí debería decir que el prota siempre es masculino, pero no es una norma estricta. Y de hecho también aprovecharemos otro post para reflexionar en plan erudito de lo que un isekai es. Pero ahora concentrémonos en “Mushoku Tensei: la reencarnación del desempleado”, un isekai de pura cepa que cumple con las premisas del género, pero que felizmente aporta algunas diferencias que lo hacen visible. Y algunos “detallitos” que lo hacen “picante”. Completamente off-toppic hay que decir que en los últimos tiempos el anime le va perdiendo el miedo al sexo como tal, y sin llegar a ser explícito empieza a colarse en las tramas como parte de las actividades normales de los protagonistas. Osea… la gente come, bebe, duerme, va al baño… y tiene sexo, nada de extraordinario. Para variar, esta historia comienza siendo una novela web escrita por Rifujin na Magonote y que se pública en el sitio web Shōsetsuka ni Narō entre el 2012 y el 2015. Luego de ello vinieron las ahora bastante comunes novelas ligeras arrancando el 2014, editadas por la editorial MF Books de Media Factory y con la curiosidad que un usuario de la red social japonesa Pixiv, que es como un DeviantArt japonés… que es como una red social en que todo tipo de artistas exhiben sus trabajos, quien es elegido para hacer las respectivas ilustraciones que acompañan a las novelas ligeras. Luego vienen un manga y un spin-off y en 2021 se estrenó la serie que ha conseguido avanzar hasta los 48 episodios + una OVA, que en realidad era para el 2020, pero por el covid se vio pospuesta y que contó con el suficiente éxito como para tener siempre e proceso más anime. La verdad es que la serie es muy visible, y su parte ecchi no desentona, aunque creo que es la primera vez que veo una “familia poli-amorosa” en un anime. Cosas de los nuevos tiempos supongo.
Un gordo, desaliñado, poco agraciado y completo otaku NEET de 34 años es expulsado de su casa por su familia que ya no lo soporta. Harto de su vida vaga por las calles frías y termina por admitir que lo pudo haber hecho mejor si hubiera querido esforzarse. Si hubiera tomado mejores decisiones. Justo en medio de sus cavilaciones ve como un camión circula a alta velocidad (el popular camión-kun que manda a todo el mundo al isekai) y va a atropellar a tres adolescentes. De manera impulsiva y reuniendo todo el valor que no sabia que tenía se lanza a tratar de ayudar a los jóvenes y aunque consigue apartarlos del camino él es quien es atropellado y muere. Pero mientras agoniza y tiene sus últimos pensamientos… en ese momento abre los ojos… ¡y descubre que es un bebé! ¡y que una mujer muy hermosa es su madre! y que conserva los recuerdos y personalidad de quien era, pero está limitado a este nuevo cuerpo. Con el paso de los días se da cuenta que ha reencarnado en un mundo de espadas, magia y fantasía. Y que su nuevo nombre es Rudeus Greyrat. Y cuando crece lo suficiente descubre que es un usuario de magia, al igual que su madre, a pesar de que su padre prefiere que se entrene para ser un gran espadachín como él. Pero tanto si es para mago o espadachín, Rudeus decide que esta vez aprovechará al máximo la nueva vida que se le ha concedido. Que se esforzará por tener una vida decente y más. Y que de hecho si puede “ganarse” un poco con la voluptuosa maid que ayuda en la casa, eso también estaría bueno. Esta vez Rudeus está listo para hacer las cosas bien. Lo que no sabe es que el camino de hacer las cosas bien es en realidad larguísimo por lo que muchas son las aventuras que le esperan, la gente que conocerá y los lugares que tendrá que visitar, tratando muchas veces de arreglar entuertos que el mismo originó. Acompañado de vez en cuando por una entidad que sabe quien es él realmente y de donde viene y que trata de explicarle el valor de tomar las decisiones correctas y no solo las buenas.
[…] las animadas y todo lo demás. Solo un género más rigurosamente regulado. Como la película porno Bambi Does Dallas,…