Refranes gatunos para el día a día mientras un gato te sirve un ramen (un saGATO CATurday de aforismos… y sopa)

La curiosa serie de TV Ramen Akaneko, en la que un grupo de gatos dirigen un restaurante de ramen (muy común en Japón) sin que a nadie parezca importarle en demasía que sean gatos, que hablen, que camine en dos patas o que cocinen (lo que si les importa es la posibilidad de pelos en las sopa) nos trajo también una colección de refranes con gatos protagonistas que se usan actualmente en Japón y algunos de ellos son de larga data por lo que me ha tocado averiguar. También nos trajo un muy inusitado antojo de sopa en horarios inapropiados. La verdad es que la mayoría de estos refranes me suenan de otras lecturas y oportunidades, pero no dejan de ser interesantes. Especialmente si consideramos que la sociedad japonesa le tiene mucho respeto y consideración a los gatos, así que vamos a revisarlos uno por uno para ver que sabiduría podemos encontrar en ellos:

«Aceptaría hasta la ayuda de un gato»

Los japoneses usan este refrán para indicar que están en medio de una situación tan complicada y atareada que necesitan cualquier tipo de ayuda. Y que mejor ayuda que la de un gato. Este si es bien japonés y me lo he topado en contexto que nada tienen que ver con el anime y el manga sino más bien con la cultura japonesa. Sin importar el entorno, la labor, clase social, o cualquier otro factor, un japonés siempre dirá que le pediría ayuda a un gato para terminar lo que le han encomendado hacer.

«La curiosidad mató al gato»

Un clásico harto conocido… ¿será de origen japonés? ¿o llegó a Japón junto a los extranjeros? lo cierto es que es bastante obvio lo que nos quiere decir. Que los gatos, animales muy curiosos exponen su integridad por andar por ahí de chismosos, osea que si eres una persona que mete su nariz donde no lo llaman no te quejes después si acabas chamuscado. No es tan curioso que este aforismo haya aparecido en torno a los gatos, especialmente si consideramos que estamos hablando del animal que tiene más de una vida. Así que el gato tiene con que ser curioso. Puede darse el lujo de perder algunas vidas con esa forma de ser, supongo.

«Cuando los tigres hacen fideos, llegan los clientes»

Este refrán se usa para indicar que cuando algo es excepcional, lo normal es que llame mucho la atención. Para el caso de la serie en mención, esta podría ser la razón de que sea una tigresa, llamada Khrisna, la que prepare los fideos del Ramen Akaneko. Podemos decir así que el refrán nos hace pensar que para destacar en algo debemos realmente esforzarnos en ser lo mejor posible, incluso lo más extraño posible, pues este hecho ya de por si llamará la atención y hará que nuestra labor destaque sobre el promedio. Cualquiera puede hacer fideos… ¿pero un tigre? eso hay que verlo.

«Cuando un gato se lava la cara, es que lloverá pronto»

No es exactamente un pronóstico del clima, aunque habrá quienes digan que si es cierto (aunque la verdad lo que yo he escuchado decir es que si un perro se frota la espalda contra el jardín es que pronto va a llover), pero lo que nos quieren decir aquí es que hay que prestar atención a nuestro entorno y a sus señales, para hacernos una idea de lo que está ocurriendo. Es como el refrán «cuando el río suena es que piedras trae». Si ves a un gato lavarse la cara, lo mejor será volver a casa y sacar el paraguas, lo cual en un país como el japonés en el que llueve tanto y de un momento a otro, es lógico que apareciera como metáfora.

«Es como darle monedas a un gato»

Este trata acerca de lo inútil que son algunos gestos, algunas acciones…. ¿por qué que haría un gato, cualquier gato, si uno le diera monedas? no es como si las cargaría hasta la tienda para comprarse el mismo su atún. Aunque yo he tenido gatos que se quedaban a centímetros de ser capaces de hacer eso. En la serie el dilema no es acerca de monedas sino de qué haría un gato con una PC gamer de alta gama. Como dije, los gatos de ese restaurante de sopas son especiales, se supone que empezaron a hablar porque tuvieron una vida dura y necesitaban expresarse. Me recuerda al refrán «como darle perlas a los cerdos».

«Darle hojuelas de bonito a un gato, debería hacerse con cuidado»

¿Recuerdan eso de «para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado»? pues la idea es esa. Cualquier gato podría perder la compostura ante una golosina como las «hojuelas de bonito», katsuobushi, que son parte fundamental de la culinaria japonesa y por tanto podrías termina llevándote un buen mordisco por no ofrecérselas con cuidado. Este refrán nos habla del tener cuidado con las cosas que hacemos especialmente si sabemos que pueden tener consecuencias.

«Mirar a un gato no basta para poder retratarlo»

Hace referencia a que no nos basta imaginar, pensar, tener un concepto, acerca de algo como para afirmar que sabemos completamente como es ese algo. Implícitamente se pide que para hablar de algo en verdad es necesario haber tenido un contacto con ese algo… o va ser como dicen las tradiciones orales: cuando Marco Polo le explicó a los chinos lo que era un león, ellos hicieron una representación según lo que entendieron y así surgió lo que hoy conocemos como «dragón chino».

«Un gato que caza ratones sabe esconder bien las garras»

Una clara advertencia a no ser confiados con las personas. A tener cuidado con sus comportamientos ya que será precisamente el que nos parezca más inocente el que luego «sacará las garras» demostrando ser el más peligroso. Hay muchísimos refranes que nos advierten acerca de lo que no vemos de las personas que conocemos, especialmente de aquellas personas que acabamos de conocer. Así que no se diga que no se advirtió. No vaya a ser que el ratón al que van a cazar sea uno, por andar de confiado (creo que así fue como terminé casado yo).

«No se puede dibujar un tigre imaginario mirando a un gato»

Hablamos hace poquito acerca de retratar a gatos y aquí tenemos una especie de segunda versión de dicho refrán, solo que esta vez se nos advierte que aun conociendo las características de algo es un error el poder asumir que en base a ello podamos decir como es algo parecido más grande. ¿Se acuerdan del ejemplo de Marco Polo explicando como es un león y los chinos entendiendo lo que pudieron? pues es exactamente eso. Sin importar cuanto nos digan que un tigre es solo un gato grande, es un error asumir que eso es cierto, ya que un tigre podrá ser felino, podrá ser grande, pero en definitiva no es solo un gato muy grande. Especialmente porque ese gato grande puede sacarte una mano de un mordisco.

«Como gato en el tejado y ave en un árbol»

Cada cosa tiene su momento y su lugar, y así es como deben ser las cosas. Aunque en la actualidad no es habitual ver en las grandes ciudades japonesas ni gatos en los techos ni aves en los árboles, en cualquier suburbio aun te puedes topar con un gato. Y efectivamente, nada es más gatuno que echarse una buena siesta en un techo, a la espera de, probablemente, planear como zamparse para el almuerzo al ave que está en ese árbol.

«Estaba todo el mundo… hasta gatos con cucharones»

Nuevamente los refranes japoneses nos hablan de trabajo, esfuerzo, diligencia, superación y muchos de los valores en los que se asienta su sociedad. Esta vez tenemos una referencia a una gran actividad grupal en la que están participando todo tipo de personajes, desde los más normales hasta los más estrambóticos. Un lugar en donde están todos los que hay y todos los que son… un lugar en donde hay gatos con cucharones ayudando a atender. Por raro que nos parezca que un gato pueda usar un cucharón.

«Un gato con piel de gato, es el doble de complicado»

Aquí unas gotitas de esa sabiduría profunda y elaborada que caracteriza a las culturas asiáticas. Se dice de los gatos, neko, (uno de los tres animales místicos favoritos de los japoneses junto a los «tanukis», los mapaches, y los «kitsune», los zorros) que son animales muy complejos y con muchas habilidades y que entre más envejecen se vuelven más sabios y poderosos. Incluso aprenden a hablar, a hacer magia e la cola se les divide en dos. Por ello, si un gato ya es complicado de por si, ¿qué tan complicado se puede volver si simulara ser un gato? si, suena un poco alambicado, pero si les das un poco de vueltas empieza tener sentido. Si tienes algo que ya es complicado evita volverlo más complicado. Si no está malogrado no lo arregles. Si crees que las cosas están mal recuerda que siempre pueden estar peor. La idea es esa.

«Tan fácil como adoptar un gatito»

Esta es una llamada de atención con respecto a ser ligero en cuanto a la complejidad de hacer algo. Cuidar de un gatito pequeño puede parecernos una labor sencilla. Después de todo es un animalito chico, pero la realidad es que es bastante complicado cuidar de un gatito, considerando tópicos como comida, medicamento, espacio para sus necesidades y para que descanse. Y la lista sigue y sigue, y no solo se trata de esfuerzo físico, sino también de dinero. Por ello no se debe tomar ninguna labor a la ligera y de manera poca seria. Se serio con cada cosa que tengas que hacer.

«Este gato tiene pelos y cenizas de sobra»

Hace referencia a que ya estuvo bien de algo y que debe parar. Este refrán es un «ya basta» y tiene como origen el Japón antiguo en el que los gatos friolentos solían refugiarse cerca de los fogones, pese a lo peligroso que esto puede ser y terminando casi siempre manchados de hollín y cenizas, dando aparición a la expresión «gato cenizo» o «gato hornero» para hacer referencia a un individuo que todo lo ve descansar sin importar las circunstancias. Por ello si un gato estaba demasiado sucio, si tenía demasiada cenizas encima, es que había tenido una siesta demasiado larga y ya era hora que se pusiera a sus labores, cazar ratones en la cocina, por ejemplo.

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