Takopi no Genzai (Manga, 2021): pulpo cocinado en su tinta (se lo merece)

Taizan 5 es un mangaka cuya obra ha destacado en los últimos años por su capacidad de mezclar lo fantástico con lo existencial, lo aparentemente infantil con lo profundamente perturbador. Hasta Takopi no Genzai (en español El Pecado Original de Takopi) su nombre ya iba asociado con historias que retan las convenciones del shōnen: suelen vender bien en términos de popularidad, aparecer en plataformas digitales amplias, pero también generan reacciones intensas por lo oscuro de sus temas (Hero Complex, A man who wants to Kiss, Ichinose family’s deadly crime, Two people). En concreto este manga se publicó en la plataforma digital Shōnen Jump+ de Shueisha entre el 10 de diciembre de 2021 y el 25 de marzo de 2022, recopilándose luego en dos volúmenes tankōbon. La obra ha sido reconocida con premios y menciones que no son menores. Ganó el Premio a la Excelencia en la 51ª edición de los Premios de la Asociación de Dibujantes de Japón en 2022. También fue bien valorada en listados como Kono Manga ga Sugoi! (2023), fue nominada al Manga Taishō, al Premio Cultural Tezuka Osamu, al Premio Seiun, etc. Estas credenciales muestran que no es una obra que se deba tomar a la ligera. Aunque tenga pocos volúmenes, su densidad temática —bullying escolar, abuso doméstico, suicidio, depresión infantil, consecuencias morales de las buenas intenciones— la hacen adulta, perturbadora, compleja. Quien la lea o la vea adaptada debe estar preparado para que no es un cuento sencillo; no hay soluciones fáciles, y la inocencia se pone a prueba de maneras dolorosas.

La historia comienza con Takopi, un extraterrestre “happiano” («felicín» en el doblaje y traducción), cuyo nombre en su idioma natal es Nnu-Anu-Kf, que llega a la Tierra desde el planeta Happy con la misión de repartir felicidad. En su primer contacto conoce a Shizuka, una niña de nueve años que sufre acoso escolar intenso por parte de Marina, además de vivir situaciones familiares difíciles. Su perro Chappy es uno de sus pocos refugios. Takopi decide ayudarla con los artilugios felices (Happy Gadgets) de su mundo, ignorando que esos intentos pueden empeorar las cosas. Uno de los momentos más devastadores ocurre cuando Shizuka, tras mucha desesperación, usa un objeto de Takopi para suicidarse. Y esto se debe a que por su condición de extraterrestre, Takopi es incapaz de entender el dolor humano y cree que se puede «solucionar» retirando o modificando las cosas que hacen doler, en vez de entenderlo como un proceso en el que el dolor e inevitable y necesario procesar, para poder continuar. Enterado de la tragedia, Takopi recurre a un dispositivo que permite viajar en el tiempo, con la esperanza de crear un futuro donde Shizuka no esté tan dañada o llegue a ese extremo. En los capítulos finales se revelan varias líneas temporales, decisiones que se repiten, acciones que tienen consecuencias inesperadas, y un último deseo de Takopi: ya no solo quiere que Shizuka sonría, sino que los niños involucrados realmente sobrevivan, que puedan crecer, que no estén solos. Takopi abraza el dolor, su dolor, y entiende que el dolor es una cosa que debe ocurrir…. y que hay precios que pagar…. que le tocan pagar a él por haber hecho las cosas como las hizo. La adaptación animada (ONA, seis episodios, producida por Enishiya, dirigida y guion por Shinya Iino, con diseño de personajes de Keita Nagahara) se estrenó entre junio y agosto de 2025 en plataformas de streaming. En lo esencial, el anime sigue bastante de cerca la trama del manga: los personajes principales, los eventos críticos, el viaje en el tiempo, los momentos de maltrato, el suicidio, la culpa, etcétera. Sin embargo, hay diferencias notables en ritmo, en detalles visuales y en cómo se maneja emocionalmente el peso de la historia. Por ejemplo, en el anime se otorga más espacio a ciertas escenas de diálogo, silencio, música, lo que intensifica lo melancólico; algunos cambios visuales amplifican el contraste entre la ternura de Takopi y el horror cotidiano que enfrenta Shizuka. Algunos espectadores comentan que ciertos episodios logran una atmósfera de ambigüedad emocional más palpable que en el manga, donde gran parte de la fuerza se concentra en la escritura, los monólogos internos y los saltos de tiempo abruptos. También se ha señalado que el final del anime puede sentirse más “redondo” o emotivo para quienes buscan cierre, mientras que el manga deja una sensación más intermedia, más dolorosa de lo que se logró, pero también de lo que aún podría estar sin resolver. En definitiva, la versión animada respeta el núcleo del cuento (el sufrimiento, la culpa, la búsqueda de redención imposible, la crítica al daño que los adultos causan deliberada o inadvertidamente), pero lo adapta para el medio visual de tal modo que el impacto emocional se transmita con otros medios (música, actuación de voz, animación) lo que puede hacerlo más accesible, pero también puede suavizar algunos matices de crudeza que en el manga quedan por la palabra, la página, el margen de lo no dicho. Y ahora me tocó a mi reabrir las heridas síquicas que este anime me dejó, para atravesar el páramo doloroso d su manga, en que la sola cuestión de ser en blanco y negro, lo vuelve aun más opresiva y asfixiante.

Etiquetado , , , , , , , , , , , , , , , , , , .Enlace para bookmark : Enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *