Me ha tomado como una década conseguir un volumen compilatorio de este cómic. Entre otras cosas porque lleva décadas «out-of-order», osea sin stock y sin planes de reedición. Reedición que, permítanme decirles, bien que se merece. No voy a ponerme en plan «se mucho de cómic así que apláudanme y háganme caso» pero si les voy a decir, sin apelar a las medallas que tienen sobre los hombros los dos creadores de esta historia, que están ante un espectacular trabajo, cúspide del arte llamado cómic. Que si lo pueden leer ya se están tardando, que si ya lo leyeron saben de lo que hablo. En el pasado, en una de las viejas versiones muertas del blog ya hablé de él, pero el que hoy me haya llegado esta edición de tapa dura, de coleccionista, que compila las tres entregas que tuvo el cómic original, agregándole profuso material de diseños previos y palabras de los autores bien que hace vale la pena un repost. En este cómic todo está bien, todo funciona y todo te sacude. Desde el saque te involucras con las tres mascotas preferidas de todos los tiempos (perro, gatos y conejos) y de lo violento que es que los usen en experimentos, poniéndote en el difícil dilema moral acerca de los animales y su uso actual en tecnología, aun cuando esa tecnología ayude a salvar vidas humanas. Luego tienes todo lo relacionado al derecho a vivir en paz y en un hogar digno, derecho que debería extenderse a todas las formas de vida. hay muchas preguntas que hacerse mientras vas leyendo este cómic, que literalmente se te va como arena entre los dedos. Una historia sencilla y a la vez compleja acerca de la naturaleza humana y el valor de la vida.Creo que no puedo encontrar la combinación de palabras correctas para animarlos a buscarlo y leerlo, peor si les voy a decir que no se van a arrepentir si lo leen.
En una base militar ultra secreta (siempre ocurren estas cosas en bases militares ultra secretas) su proyecto más importante es el desarrollo de nuevas armas que permitan cambiar el sentido de la guerra. estas armas serán animales modificados genéticamente, que portan armaduras repletas de armas. Así morirán animales y no personas, para empezar. Son seres letales, leales, que cumplen con su deber sin dudas ni murmuraciones y que casi no piden nada a cambio. Sin moralidad que les haga dudar cuando una orden genera un dilema, Los We3 son el equipo que mejor ha conseguido adaptarse al programa y que de hecho ya ejecutó varias pruebas de campo de sus habilidades. «Operaciones negras». Un perro, un gato y un conejo. Pero las altas esferas políticas quieren más y arriesgarse menos, por lo que optan por etapas más avanzadas del proyecto «arma animal» en la que los animales son menos seres vivos y más máquinas y deciden dar de baja al We3. Pero la científica y entrenadora del equipo We3 está por tomar una decisión que cambiara el curso de la historia de todos, a cambio de muerte y destrucción, y un ligero atisbo de esperanza y oportunidad.
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