Witch Watch (Serie de TV, 2025): Nico, la brujita adolescente

Witch Watch es un anime que llega diciendo “¡toma, otra comedia romántica de brujas adolescentes, pero con un guiño shonen!”! Basado en el manga de Kenta Shinohara, que lleva volando en Weekly Shōnen Jump desde febrero de 2021 (y d equien vieramos Kanata no Astra), esta adaptación viene de la mano de Bibury Animation Studios, con Hiroshi Ikehata en la dirección y Deko Akao tejiendo los guiones. La música de Yukari Hashimoto le da un toque alegre, y los diseños de Haruko Iizuka son tan coloridos que parecen gritar “¡mírame!”. Estrenado el 6 de abril de 2025 en Crunchyroll y Netflix (con doblaje en español para que la disfrutes si tener que leer), Witch Watch lleva 24 episodios emitidos en dos cours, terminando su primera tanda en septiembre. Es otro anime de brujas juveniles, al estilo Sabrina pero con más referencias a Dragon Ball Z y un humor que no se toma muy en serio. La animación es sólida, con colores vivos y gags que aterrizan bien, aunque no reinventa la rueda. Te ríes porque es gracioso, peo no te vas a atorar con tu limonada. Es ligero, divertido, ideal para desconectar sin pensar demasiado, con una pareja principal que es puro cliché adorable: la bruja torpe y el chico serio. Si buscas algo profundo, sigue caminando; esto es puro entretenimiento de canchita. Y valgan verdades a veces es todo lo que necesitas. La señora Souma y yo llamamos a estas historias «anime de pijamas», es decir lo que vamos viendo mientras nos ponemos el pijama y nos acostamos ya (si es que Shiki Souma está dormido también).

La historia sigue a Nico Wakatsuki, una brujita en entrenamiento que vuelve a su pueblo tras seis años aprendiendo magia. Como toda bruja, necesita un familiar (básicamente un ser mágico que la acompañe y proteja), y elige a Morihito “Moi” Otogi, su amigo de la infancia que viene de un linaje de ogros y tiene cara de “¿por qué me pasa esto?”. Nico está loquita por Moi desde niña y ahora que es una jovencita tierna y alocada la cosa ha empeorado, porque Moi es un joven que le parece totalmente atractivo. Pero también es más denso que un pilar de concreto (he visto piedras de rio con mayor sensibilidad al entorno). Pero razones no le faltan a Moi para ser un tanto duro: está al tanto de una profecía que hizo la madre de Nico, acerca de que su amiga sufriría una desgracia un año después de dejar la escuela y que solo la puede salvar su guardián. Osea él. Su familiar. Nico no sabe de esto, por cierto. La relación de “familiar” es un contrato mágico: Moi obedece a Nico o se convierte en una quimera vaca-tigre (sí, tan raro como suena). Viven juntos, sin adultos, porque los padres de ambos están convenientemente de viaje (y así son los guionazos), y el caos no tarda en llegar. Nico lanza hechizos que salen mal…. digamos que siempre… y Moi, con su fuerza descomunal, limpia el desastre mientras pone cara de sufrimiento. El humor es absurdo, con guiños a otros animes y un romance que avanza a paso de tortuga. Nico es la típica protagonista entusiasta pero patosa (y tu estarás dispuesto a apoyarla a que siga siendo lo que le de la gana ser), y Moi es el clásico protector serio que oculta un corazón blandito. La trama es un desfile de gags y momentos “aww”, pero no esperes un guion de Oscar. Es un batido de fresa: dulce, refrescante, pero no te llena el alma pero con que sonrías, creo que ya estamos.

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