La verdad yo esperaba otro tipo de película. Si. Una en la que aparece una lagartija enorme y ataca, viene la humanidad y contraataca. La lagartija enorme se enoja y vuelve a atacar. Y la humanidad idea un plan para acabar con tanta lagartijada, que fracasa, pero en el último momento todo se arregla y la lagartija es ahuyentada. Osea más o menos como ocurre en las 32 películas japonesas de Godzilla. producidas por Toho, antes de Minus One. Desde 1954 hasta la fecha y confíen que seguirán saliendo. Y a lo que me refiero con que me topé con una película diferente a lo que esperaba es que aunque sigue siendo la pelea entre la humanidad contra el monstruo radiactivo, Minus One aporta toda una dinámica nueva a este tipo de películas (que los japoneses conocen con el nombre de «tokusatsu», que significa «efectos especiales») pues como ya hemos hablado aquí antes, el cine japonés, en especial el de acción, se caracteriza por cierto acartonamiento en la actuación de los personajes, la cual no es falta de talento, sino que a ellos les gusta así. Así, esta película mueve el foco de Godzilla hacia el protagonista de la película cuyos problemas personales se vuelven incluso más importantes que la aparición del monstruo. Apariciones que van marcando su vida y por último lo lleva a tomar decisiones extremas para acabar con él. Sin duda alguna es una película de la que se puede hablar mucho, diciendo por ejemplo que por su cinematografía debe verse realmente hermosa en blanco y negro, pero yo me quedó con un solo comentario: véanla. Está en Netflix. No se van a arrepentir.
Koichi Shikishima era un piloto kamikaze. Esto es que su única misión es estrellarse con la mayor precisión posible en objetivos militares, muriendo en el proceso, claro. Muriendo con honor, claro. Pero él decide vivir y aterriza en una pequeña y perdida isla del pacífico en la que los japoneses tienen una base de reparaciones. Ahí es desenmascarado y tratado como un traidor, y mientras se habla de sus destino por haber desertado, esa misma noche llega a la isla un ser enorme, de unos 5 o 6 metros de altura, una especie de dinosaurio y lo destruye todo, matando a casi todo humano que había en la isla en el proceso, excepto un puñado incluyendo a Koichi. Unos años después, terminada la guerra, Koichi busca como sobrevivir y al mismo tiempo evitar que lo reconozcan como un desertor. Es en esas circunstancias que Koichi conoce a una mujer llamada Noriko y su vida cambia completamente. Pero lejos de ahí, un nuevo «Gojira» (nombre real de este bicho), víctima de los experimentos nucleares pasada la guerra, emerge del fondo del mar dispuesto a acabar con la humanidad mientras ataca a las islas a su paso. Su objetivo: Tokyo. Y lo único que evitará esta destrucción es el escuadrón de civiles al que Koishi se ha unido, tratando de pensar como parar al monstruo y esta vez Koichi está listo a dar su vida para pararlo. Es lo que tiene que hacerse.
[…] ¿Y esto a que viene? pues es simple, como ya habíamos comentado, se ha lanzado el live-action de Sono…