Llevaba buen tiempo tratando de tener un espacio para ver esta película. Aun sabiendo lo que dicen de ella, lo que ya sabía que iba a encontrar, pero sobretodo porque una no puede evitar ser profundamente atraído hacia algo que es tan pero tan malo que solo puede ser bueno al final. Y “A la *&$%! con los Zombis”, que es como la pueden encontrar en Netflix, me ha dejado muy satisfecho en ese sentido: es exactamente lo que pensé que sería… y puede que hasta un poquito más, en todos los sentidos. Para empezar es una película muy serie B del género, de un presupuesto mediocre y de una trama aun más mediocre, que se da la maña para avanzar y entretener en partes iguales, en lo que va acumulando efectos especiales y de maquillaje que harían reir de superioridad a los filtros de las apps de los teléfonos actuales, y una larga colección de bromas muy gruesas y completamente “incorrectas” que es lo que le ha dado cierta… fama… a esta película. Comenzando por la aparición y secuencia de la actriz porno Missy Martinez, como una extremadamente bien despachada oficial de policía zombie, de ahí para adelante se nota que se les fue de las manos a todos. Y entre más se les iba, más lisérgico era el viaje, en el que ya no importaban ni los fundamentos lógicos para seguir avanzando, sino el simple avanzar y a ver en que termina la cosa, que termina literalmente, como si solo fuera una especie de cosa de nada. Osea, mucha comedia involuntaria, mucha chulería, humor físico muy grueso y uniformes de boy-scout. Me pregunto si a la asociación de scouts les habrá hecho gracia. En fin, si la van a ver que conste que estoy avisando que no es para ver en familia, ni con niños, ni la pareja, ni adultos, ni nadie… mejor a solas o con el gato. Mejor ni el gato, de hecho.
Ben, Carter y Augie son amigos desde chicos, y cuando eran chicos se volvieron boy scouts. Luego de la partida del padre de Augie, quien es el típico gordito nerd introvertido que realmente ama ser scout, Ben y Carter lo han acompañado por ser sus amigos, aun cuando hace mucho tiempo que desean dejar atrás lo de ser scouts y tener una vida normal de adolescentes que incluya, por supuesto, chicas sexys y fiestas sin control. Lo cual no va a pasar si siguen siendo scouts y amigos de Augie. Todo llega a un momento crítico en sus vidas cuando en un laboratorio secreto de biotecnología en las montañas se desata una infección zombie, la cual se desplaza rápidamente hacia su ciudad, el mismo día en que Augie iba a recibir la máxima medalla de los scouts, y sus amigos planean decirle que ya no piensan continuar participando. Sin embargo van a ser las habilidades scouts de los tres, más la valentía de una muy sexy camarera de un bar de strippers, las que salven el día, empezando por la “fiesta secreta” de los “populares” de su colegio, en donde está Kendall, la hermana de Ben, de la cual Carter está enamorado.
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