Escrito por Takumi Fukui y Shinya Umemura e ilustrado por Chika Aji, “La Valquiria del Fin”, cuya adaptación animada en Netflix se llama “Record of Ragnarok”, este manga en actual publicación ya cuenta con veintidós volúmenes recopilatorios y como dijimos una serie en el popular servicio de streaming de 27 episodios (dos temporadas), quien aunque no ha anunciado una tercera temporada aun, la cosa se cae de madura. Tiene además, un spin-off bajo el título Shūmatsu no Valkyrie: La leyenda de Lü Bu Fengxian, que también está en publicación con siete volúmenes recopilatorios. Tenemos ante nosotros el típico shonen de combate en torneo, en que con toda la pompa y clicces del género dos oponentes medirán fuerzas con poderes cada vez alucinantes, mientras que entre tortazo y tortazo nos cuentan cosas de su historia personal, sus motivaciones o lo que está pasando con la trama que funciona solo como hilo conductor y de consistencia entre los combates; y que cada vez que parece que uno de los contrincantes ha sido derrotado sacará más fuerza y un nuevo poder de debajo de la manga para lanzarse al ataque nuevamente. Quien no disfrute de esta narrativa que mejor no vea esta serie, porque realmente es un muestrario muy preciso de como se trabaja este género, todo con una impecable animación y diseño de personajes de parte del estudio Graphinica. Si lo que uno quiere es una buena dosis de alucinantes combates y un cerro de poderes extraños y temibles, esta es la serie que hay que sentarse a ver con un cerro enorme de bocaditos. Eso si sus 27 episodios no avanzan mucho en los combates pactados para que la humanidad no sea destruida, pero lo que se ve si que vale la pena gozarlo. A mi lo que más me gusta de esta historia es Brunhilde, la valquiria complotadora detrás de todo este jolgorio… se la ve tan etérea, bella, melancólica… hasta que algo le sale muy bien o muy mal en sus planes y se le cae la careta de nostalgia y arranca con los tacos y la emoción muy fuera de personaje.
Los dioses, reunidos en Valhalla, se preparan para ponerle fin a la humanidad. Y no son solo los dioses nórdicos sino todos los dioses de todos los rangos y poderes de todas las culturas de la humanidad. Y están hartos de los humanos así que rápidamente liderados por un muy anciano Zeus, se decide que la humanidad debe ser erradicada. Pero en ese momento aparece la valquiria Brunhilde, la mayor de las 13 valquirias, quien decidida a salvar a los humanos ofende a los dioses donde más les duele, su orgullo, y los reta a cumplir con un oscuro párrafo en las leyes divinas que dice que la humanidad tiene el derecho de una pelea contra los dioses, a trece encuentros uno contra uno, y que si consiguen ganar al menos siete de estos combates podrán continuar vivos mil años más. Si pierden… bueno, igual los quieren destruir. Los dioses furiosos caen fácilmente en la provocación de Brunhilde y se acuerda que será la valquiria quien escogerá a los 13 campeones de la humanidad los cuales podrán ser convocados al Valhalla de cualquier época de la historia humana y que los dioses decidirán quienes serán los trece de ellos para los combates. Las posibilidades de la humanidad son iguales a cero para que un humano pueda vencer a un dios, pero Brunhilde tiene planes y muchos trucos que piensa poner en práctica en su intento de salvar a la humanidad y humillar a los pretenciosos dioses. La apuesta es a todo o nada, porque los dioses no tendrán piedad y la humanidad no tiene otra opción.
Uhm.... es que Pedro Páramo, al margen del resultado del live action o de la obra, es literatura latinoamericana que…