Ahora que se está hablando de una nueva película de la saga Alien, la cual aparentemente sería una precuela a la primera película, vamos a recuperar mi post que en su momento hice de la última película de la saga y que de repente resulta muy importante tener en cuenta para ver la nueva. . Puede que el principal mérito de esta película es ser una secuela perfecta para Prometheus, película de la cual no solo se desprende, sino que además explica en grado sumo, puede que hasta con cierto exhibicionismo que la hará difícil de ver si no has visto y recuerdas las premisas básicas de Prometheus. A ese nivel, y a nivel de fan de la saga, la película se presenta como un episodio más que viene con muchas pero muchas respuestas a preguntas que tienen décadas abiertas acerca del origen de toda la mitología Alien, y además también le da cierto vuelco a lo que podría venir después para más películas que acerquen estas precuelas a la saga original o que la superen hacia un desarrollo más allá de lo visto en la tetralogía principal (que se me está antojando ver de nuevo). Ahora bien, a nivel de película estamos ante un ejercicio con lo mínimo necesario para ser entretenido y puede que algo de poco nervio en su inicio. Osea que arranca tratando de verse… uhm… ampulosa, discursiva, casi diríamos fría e inhumana… y se queda en solo “fría”, pero por su bien la cosa va mejorando poco a poco y ya pasar el segundo tercio está en un ritmo que se sostiene. Y seguirá en ese plan todo lo que quede de metraje: es efectiva cuando le da la gana y como, en todas las películas de Riddley Scott, estamos ante una fotografía maravillosa que quita el aire pero una narrativa poco prolija, que no justifica la montaña rusa de momentos que se pueden poner muy laxos cuando se trata de ser “profundo”, a momentos llenos de acción y su toque gore (con harto homenaje al como “se muere” en la saga Alien) que entretienen y asustan un montón pero no llenan en el balance final. ¿Vale la pena verla? si eres fan de la saga y Prometheus te gustó, ésta te va dar en la yema del sabor. Si solo te gusta la ciencia ficción… por un lado corres el riesgo de no entender la mitad de las cosas que están pasando y por el otro de sentir que no salen los suficientes aliens para justificar la entrada.
Es el año 2104, la humanidad ha empezado a viajar por el espacio en un intento de preservar la especie colonizando nuevos mundos. La Covenant es una de esas naves que viajando con más de 2000 personas en sueño criogénico se acercan en un viaje de siete años a un lejano planeta llamado Origae-6. Pero un incidente fortuito fuerza a la computadora principal y al androide Walter a despertar a la tripulación humana para que tomen las acciones del caso, las cuales ellos no pueden. Lamentablemente el incidente es grave y requiere mucho trabajo de reparación, durante el cual la Covenant detecta una extraña transmisión proveniente de un planeta relativamente cercano. Una voz humana. Cantando. Intrigados y viendo que el planeta es potencialmente mejor que su destino final, deciden acercarse a investigar. Lo cual, como ya sabemos en este tipo de historias, demostrará que es la peor de las ideas posibles.
[…] y pienso seguir viéndola a menos que se desinfle como lamentablemente me pasó con el anime de la taruka…