Vigilante del Futuro (película, 2017): no reconozco a quien me sonríe desde el espejo

Ahora que ya pasó el hype y el mame, que la película se estrenó, fracasó en taquilla, ya la vimos y hace mucho que se fue de la cartelera, es el momento idóneo para tratar de hablar de ella con algo de imparcialidad. Yo normalmente no hablo de aquello que tiene mucho hype, que es tendencia, porque son miles los que deben estar hablando de eso y no se si lo que yo vaya a decir pueda aportar en algo a esa conversación. Pero siendo GitS una de mis cintas animadas favoritas y su universo en general me gusta, pues esta vez hablemos así, en retrospectiva de lo que se quiso hacer aquí. Y valgan verdades pareciera que lo primero que vamos a decir es que es mala película… pero no, no lo es. De hecho es bastante entretenida solo que no es Ghost in the Shell. Osea que lo que es, es una mala adaptación. Tiene todos los elementos y ha querido acariciar a los fans con huevos de pascua y referencias, pero todo el tiempo es otra película. Todos sus elementos pudieron haber sido presentados, sueltos, en otra película y el resultado sería el mismo, solo que aquí se han querido colgar de un “nombre consagrado” y lo que han conseguido es una película pasable siempre y cuando le descuelgues la relación con la clásica Ghost in the Shell del anime. Es como su propio título en español es: no hay un pelo que nos permita convertir Vigilante del Futuro en Ghost in the Shell si intentarás traducir una en la otra, por más que lo escribas con la misma tipografía. Y me recuerda algo igual de hace algunos años, la película basada en el libro “Yo, Robot” que protagonizó Will Smith y que tenía del cuento (o novela corta, como quieran) de Isaac Asimov solo el título, las tres Reglas de la Robótica y los nombres de los personajes. Y nada más. Aquí pasa más o menos lo mismo: es un interesante montaje de ideas y conceptos de las dos primeras películas animadas y su primera serie de TV, más un poco de “sukhulento aderezo” propio para algunas explicaciones y absolutamente nada de profundidad real para la trama. Junta todo eso usted mismo, mientras goza de un gran presupuesto en efectos especiales, descubre que Scarlett Johansson es más bajita de lo que parece y que tiene cuerpo de fruna, y mientras se pregunta por qué en esa mega urbe oriental parece haber tan poco asiáticos… y ya. La película acaba de una manera bastante rosa y todos para su casa. Yo, que la vi en una función bien noche y estaba muy cansado por el día que llevé pude mantenerme al tanto y entretenido. Y sin cancha ni gaseosa. La señora Souma igual, y eso que ella es una rajona pero de esas rajonas (si la dejáramos haría llorar a todo el equipo de producción de cualquier cosa que no le guste. Incluyéndome). Así que así, Vigilante del Futuro es una película cumplidora, recta como una regla, sin mayores profundidades y con cierto regusto a anime inevitable. Pero si estabas esperando ver una adaptación certera de Ghost in the Shell, pues esta no es la película que quieres ver.

Vamos a decirlo rapidito: Mira sobrevive a un accidente y… bueno sobrevive solo su cerebro en realidad y éste es conectado a un cuerpo cyborg de avanzada que le permite estar «viva» nuevamente, mientras su «ghost» (espíritu, conciencia, alma…. escojan el que quieran) reside en su cerebro, intacto pero vacío de recuerdos previos al accidente. Pero aunque la joven acepta su destino y se convierte en la primera de su tipo, algo se revuelve en lo profundo de su ghost, y empieza a requerir respuestas, de esas que solo suelen estar en un file que dice Top Secret con letras rojas en su portada. Y como la investigación que creó su cuerpo fue pagada por el gobierno, pues ahora Mira pasa a formar parte de la Section 9, un estamento gubernamental cuyo trabajo en las sombras, trabajos sucios por encargo y agenda propia, es el lugar idóneo, quizás, para un cyborg con un severo problema existencial. (Vamos, quien le pudo poner a esto un nombre tan absurdo e inconexo con la trama como «Vigilante del Futuro»).