Y en medio de todos estos isekais de gente que va ¿por qué no uno de gente que vuelve? si, ya se que la idea no es esa… pero la escena anime japonesa ya está empezando a sobrecalentar la fórmula de los isekai así que toca oxigenarlo un poco y nada mejor que esto, sin duda. De la mano de Netflix Japón, que últimamente se está anotando algunos buenos puntos, como Bastard!!, nos llega esta adaptación del manga de Hotondoshindeiru, que ya ha sido recopilada en once volúmenes a marzo de este 2024 y sin visos de quere acabar pronto. Y aquí va la anécdota curiosa: este anime se detuvo dos veces debido a sendas infecciones de covid en el estudio que lo anima, Atelier Pontdarc, siendo que la última lo dejó en hiatus indefinido tras emitirse el episodio siete y con los crespos hechos a los fans, que no fueron pocos por que la historia es bastante fresca y divertida. Sin embargo, mientras la tele se remitía a retransmitir los episodios lanzados, y en Netflix la salían telarañas a su ficha sin nuevos estrenos, se anunció que el anime volvía solo que sería desde cero, es decir comenzando con el episodio uno hasta llegar al siete y desde ahí continuar. ¿Y que creen? ¡volvió a pasar! si, por tercera vez (ya casi parecía joda) se volvieron a enfermar y volvieron re transmitir todo de tal manera que consiguieron avanzar hasta el episodio doce desde cero solo para poder ver el episodio trece que acababa la temporada. No hay noticias de que se vaya a hacer más, ni hay ganas de enfermarse de nuevo. Y de este anime salió sin querer queriendo la waifu de esa temporada: Elf-san, una tsundere élfica que aunque lo odia y piensa que tiene cara de orco (de hecho lo llama así, orco), lo sigue a todas partes.
Hace diecisiete años, el tío de Takafumi entró en coma tras un accidente (er… creo que es de tránsito… si… de tránsito… bueno, en esto de los isekais es motivo de estudio todos los envíos a otro mundo que ha protagonizado el tráfico automotriz japonés y el odio que el sindicato de camioneros japoneses le tienen a Camión-kun, icónico personaje no existente que se encarga de estas «encomiendas» con mucha diligencia; pero ahora, de un momento a otro y sin ninguna advertencia ha despertado y ha puesto en aprietos al joven Takafumi, quien era el único que se encargaba de él (y cobraba la pensión y el seguro). Con el tío ya despierto y dado de alta, Takafumi tiene que ir por él y llevarlo a casa, y en el hospital descubre que su tío, quien despierta hablando un lenguaje extraño, también tiene poderes mágicos que demuestran que efectivamente ha estado todos estos años en otro mundo. Pero el tío de Takafumi es todo un caso: por un lado es un completo otaku de los videojuegos de su época y en particular de la obsoleta y fuera de circulación consola SEGA Saturn, y por el otro carece de cualquier tipo de habilidad social. Como Takafumi no tarda en comprender cuando su tío le deja ver sus memorias en el otro mundo tal como si fuera una tele de 40 pulgadas. Y claro… el problema inminente es obvio: ¿qué hacen dos hombres solteros, uno estudiante y el otro desempleado para sobrevivir? ¡pues lo obvio, un OnlyFans! ah, no… hacen un canal de Youtube donde el tío muestra sus poderes a sus suscriptores, los cuales los califican de “efectos especiales baratos y de pésima calidad”. Pero bueno, al menos se monetiza lo suficiente para pagar el alquiler, la comida y algunas chucherías de la vida moderna que el tío aprende a comprar rápidamente por internet. Mientras que a Takafumi lo visita mucho Sumika, la que debería ser hace rato su novia, sino fuera porque Takafumi tiene la sensibilidad y criterio para detectar las indirectas, que tienen algunas piedras de río (si, ya se, chiste repetido, pero la idea es esa) quien termina enterándose del chisme del tío de otro mundo y participando de este extraño «reality» de verle las memorias y descubrir que no solo tenía a Elf-san… cómo decirlo de manera elegante… «a su disposición» pero él ni enterado. Ni cuando tratan de explicárselo.
[…] ¿Y esto a que viene? pues es simple, como ya habíamos comentado, se ha lanzado el live-action de Sono…